Escribir para liberar
Escribir para soltar: tu refugio diario Cuando te sientas a escribir, no lo haces para los demás. Lo haces por ti. Porque hay cosas que te pesan, emociones que no sabes nombrar, pensamientos que se repiten y que necesitan salir. Escribir es tu forma de respirar hondo desde dentro. Puede que al principio no sepas por dónde empezar. Que te quedes en blanco. Está bien. Es normal. Solo escribe lo que sientes ahora, sin filtros. Deja que la tinta —o las teclas— te lleven. No juzgues lo que escribes. Solo permite que salga. Escribir es meditar con palabras Cuando escribes, tu mente se calma. Cada palabra que sueltas te ancla al presente. Es como meditar, pero con los ojos abiertos. Te escuchas. Te habitas. Te sostienes. No necesitas nada más que ese instante y ese impulso de decirte la verdad a ti mismo. Habrá días en los que llores al escribir. Otros en los que sonrías sin darte cuenta. Y muchos en los que simplemente te sientas más ligero después. Porque al volcarlo todo en palab...